TRACKLIST. Pincha aquí para ver el listado de cuentos y las canciones que los inspiran (y si pinchas en los títulos en azul o rosa, podrás leer el cuento).

De la contraportada del libro

29 canciones. De Los Planetas a Pulp, pasando por Surfin´ Bichos, Pet Shop Boys y Lou Reed. De todas las cosas que se pueden hacer con ellas, Federico Montalbán escribió 26 cuentos. Y Casanovas, sin leerlos, constuyó la banda sonora en imágenes mientras oía las mismas canciones. Música, literatura e ilustración. Tres en uno.

miércoles, 22 de agosto de 2018

RM – E35 (La arquitectura de la ceniza)




Artista: Triángulo de amor bizarro.
Álbum: Triángulo de amor bizarro.

LA* ---------> X02200
SI* ----------> X24400
FA* ---------> X46600
MI* ---------> 079900

LA* Desde aquí arriba, el segunda A, torre 1, el agua parece cristalina. Conforme me acerco, nada desmiente la primera impresión. No lo tenía previsto pero atravesaré la bahía hasta la otra orilla. Soy mal nadador pero tengo un buen motivo.

SI* Me alejo, tan decidido como muerto de miedo, del agua. Adornado de sal. Perfumado de salitre. El último botón de la camisa bien abrochado para dejar claro que me respalda toda una aristocracia obrera. A veces, el amor se me antoja la ecuación más fácil del mundo. La resuelve el pentagrama. La resuelve el alfabeto. La resuelve una hora de coche.

FA* En la pantalla, hipnotizas a las agujas que giran sin cesar mientras tomas la decisión certera. El tamaño de fuente me recuerda que el calendario está ahí también para las contracciones fantásticas y fabulosas. Pincharás con gafas. Serás la más guapa. Tras muchos intentos, doy con la frase que extiende tu mano hacia la mía.

MI* Las puertas de los coches se cierran. Vivimos felices en una burbuja inesperada. Blanca. (Al)química. Ilegal. Las formas geométricas subvierten los libros de texto. Los cedes por fin sirven de algo. A estas alturas, podrás imaginar ya lo que has hecho.
  
LA* Desde arriba, en la cabina, deslumbrante, me dices que espere. Y espero. Entre tanto, descubro al mar copiando, sin mucho acierto, el riff de la canción que acabas de lanzar. La criatura no necesita mareas para ir y venir, te tiene a ti. Te giras hacia mí. Me hablas. Pop. Punk. Matrimonio. La lógica me resulta aplastante.

SI* Me alejo, aturdido, solo un poco, de tu lado. Rodeada de gente. El marido de la artista. Cristalizada en las minas secretas de mi corazón, un poco por encima de la aurícula izquierda, a mano derecha de la aorta. Coincides a la perfección con tu recuerdo. Esa canción de los noventa sonroja mis mejillas. Arrebola el cielo y lo vuelve de un maravilloso fucsia. Da igual que sea de noche.

FA* En la pantalla, todo se vuelve azul profundo cuando tomas, otra vez, y he perdido la cuenta, la decisión certera. Francotiradora de mi amor. Tu nombre brilla en el calendario como todos los neones de Shibuya, donde ya, qué más me da, no quiero ir. Te doy, rozando tu mano, el anillo de compromiso más sincero que he podido encontrar.

MI* Las puertas de los coches se cierran. Vivimos felices en una burbuja pero no sabemos si es presente de indicativo o pretérito perfecto simple. Podríamos, más allá de la Gramática, usar nuestros nuevos superpoderes para decorarla. A estas alturas, podrás imaginar ya lo que has hecho. Y te han bastado dos acordes. Dos asombrosas sílabas.